Uno de los mayores retos en email marketing es garantizar que los correos lleguen a la bandeja de entrada y no al temido spam. Evitar que los correos terminen en spam es crucial para el éxito de tus campañas. La reputación del remitente, el contenido y la configuración técnica juegan un papel decisivo en la entregabilidad. Cuidar estos aspectos no solo mejora la tasa de apertura, sino que también fortalece la confianza de los suscriptores.
Configura correctamente la parte técnica
Un error común es enviar correos sin validar la identidad del dominio. Configurar registros SPF, DKIM y DMARC es fundamental para que los proveedores de correo (como Gmail o Outlook) reconozcan que tus mensajes son legítimos. Esto protege tu marca contra suplantaciones y aumenta la entregabilidad evitando que terminen en spam.
Usa una lista de contactos limpia y actualizada
Las direcciones inválidas o desactualizadas elevan la tasa de rebote y afectan la reputación de tu dominio. Evita comprar bases de datos y construye tu lista con suscriptores que hayan dado consentimiento explícito. Elimina correos inactivos o que nunca interactúan para mantener tu base saludable y evitar que tus correos terminen en spam.
Cuida el contenido del mensaje
El lenguaje y la estructura del correo también influyen en los filtros de spam. Evita palabras excesivamente comerciales como “gratis”, “oferta” o “urgente” en el asunto. Mantén un equilibrio entre texto e imágenes, incluye siempre un enlace de baja y redacta con un tono natural y claro. De esta manera, se evita que los correos terminen engañando a los filtros de spam.
Segmenta y personaliza tus envíos
Los correos genéricos tienen menos impacto y pueden terminar en spam si generan pocas interacciones. Enviar mensajes personalizados, relevantes y adaptados a los intereses de cada segmento aumenta la tasa de apertura y clics. Esto indica a los proveedores que tus correos son valiosos.
Frecuencia adecuada y consistencia
Enviar demasiados correos en poco tiempo puede saturar a tus suscriptores y provocar que te marquen como spam. Mantén una frecuencia constante y razonable, ajustada a las expectativas que comunicaste desde el inicio.
Monitorea métricas y realiza pruebas
Analiza indicadores como la tasa de apertura, rebote, cancelación de suscripción y reportes de spam. Haz pruebas A/B con asuntos, horarios y segmentos para identificar qué mejora la entregabilidad y evita que los correos terminen en spam.
Conclusión
Evitar que tus correos terminen en la carpeta de spam requiere una combinación de buenas prácticas técnicas, contenido de calidad y una lista bien gestionada. Si trabajas en estos tres frentes, aumentarás las probabilidades de llegar a la bandeja de entrada y aprovechar todo el potencial del email marketing.